Qué hacer si no querés tener fiesta de graduación y cómo manejar la situación


El birrete al aire, la toga y el salón de fiestas son imágenes icónicas asociadas con el final de una etapa académica. Sin embargo, para muchas personas, la tradicional fiesta de graduación no es la única manera, ni la más deseada, de conmemorar su logro.

Ya sea por motivos económicos, personales o simplemente por el deseo de vivir el momento de una forma más íntima, cada vez más graduados eligen caminos alternativos para celebrar el cierre de su ciclo universitario. La decisión de no organizar una fiesta masiva no minimiza el valor del esfuerzo y la dedicación invertidos durante años de estudio.

Por el contrario, es una elección consciente que permite a los recién graduados honrar su arduo trabajo de un modo que se alinea mejor con sus valores y personalidad. Es una oportunidad para crear recuerdos únicos y significativos, sin la presión social de cumplir con expectativas o invertir grandes sumas de dinero en un evento que quizás no disfruten plenamente.

Afortunadamente, existen numerosas y valiosas maneras de celebrar este hito. El objetivo principal es encontrar un festejo que se sienta auténtico y que represente lo que la graduación significa para cada individuo. Desde reuniones sencillas hasta aventuras de viaje, las opciones son variadas y flexibles, adaptándose a diferentes presupuestos y estilos de vida.

Si la idea de una gran fiesta no te agrada, considerá organizar una comida o un picnic con tu círculo más cercano. Invitar a la familia y a los amigos que te acompañaron en este viaje académico es una forma cálida de compartir la alegría. Podés elegir un lugar con significado, como tu casa, un restaurante favorito o un parque, y disfrutar de una conversación relajada sin la formalidad de un evento.

Esta opción no requiere de un gran presupuesto y te permite conectar de una forma genuina con las personas que más importan. Otra alternativa que está ganando popularidad es invertir en un viaje. En lugar de gastar en un banquete, muchos graduados optan por destinar ese dinero a una escapada.

Ya sea un fin de semana a una ciudad cercana o una aventura más larga, un viaje de graduación ofrece una oportunidad invaluable para desconectar, reflexionar sobre la etapa que termina y empezar la nueva con una experiencia diferente. No tiene por qué ser un viaje costoso o lejano; lo esencial es disfrutar del momento y celebrar con una experiencia.

Fuente: www.clarin.com

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